Según lo que los técnicos del organismo dejaron claro en diciembre, no harán recomendaciones ni críticas de políticas puntuales que aplique el país, pero sí la marcación cercana de las metas que se deberán lograr. Especialmente las vinculadas a la manera en que el Gobierno se comprometa a lograr un equilibrio fiscal antes de 2025. En este sentido sí se pueden avalar decisiones que apunten a esas metas. Se considera entonces desde Buenos Aires que una reforma impositiva que apunte a ese norte, se debería aplaudir desde Washington y mejorar la discusión de las metas fiscales a las que se comprometería el país. Y que, eventualmente, las alternativas de una reducción de impuestos quede para los tiempos en que la situación fiscal sea más generosa.
Fuente: Carlos Burgueño – Ambito Financiero