De esta manera por lo conocido hasta ahora ganan los de la mínima y el resto pierde, sobre todo porque se suspende la movilidad por 180 días. En tal sentido hay que recordar que la movilidad es 70% inflación y 30% salarios. Con semejante inflación vivida en 2019 los jubilados iban a recibir, en realidad, a ser compensados por la pérdida del poder adquisitivo sufrida a lo largo de este año, primero en marzo y luego en septiembre. No queda claro por qué se suspende si se va a estudiar. La única razón es fiscal, no hay plata. De esta manera se va licuando el gasto vía sumas fijas.
No hay que olvidar que el Gobierno de Macri,en la nefasta jornada de la anti-reforma previsional, le “robaron” un trimestre de ajuste a los jubilados. Fue a fin del 2017 cuando Marcos Peña se le ocurrió cambiar además las metas de inflación. O sea, los jubilados ya vienen con un trimestre abajo y ahora, se viene un semestre con sumas fijas, que seguramente estarán por debajo del ajuste que hubiera resultado si se aplicaba la normativa vigente.
Hubiera sido más prolijo, en pos de desindexar, mantener los dos componentes del índice actual, y cambiar la forma de cómputo, por ejemplo, tomando en vez del promedio de los seis meses previos de la inflación y de los salarios, el promedio esperado para los próximos “X” meses y devolver el trimestre perdido.
Fuente: Jorge Herrera – Ambito Financiero