De persistir la “reperfilación” de la deuda de corto plazo, implicará un significativo ahorro hasta fin de año. Claro que esto complicará los primeros meses del próximo gobierno. Pero eso es otra historia. Pero lo relevante es que con reprogramación de deuda de corto plazo y contemplando el desembolso del FMI pendiente (u$s5.400 millones por las metas de junio) las estimaciones privadas dan cuenta que al Tesoro le faltará entre $350.000 y $450.000 millones para cerrar las cuentas (la caja en pesos). Huelga señalar que si se traba la llegada del desembolso pendiente del Fondo, al Tesoro encima le harán falta otros u$s5.400 millones para cerrar la caja en dólares. De ahí la confianza oficial, que en realidad se parece más a un rezo inmolante, en que el directorio del FMI libere finalmente los fondos. Pero eso también será otra historia.
El BCRA ya comenzó a “conversar” con el Fondo el tema monetario, bajo la fachada del recálculo de las metas. De modo que, dada la delicada situación macro y financiera, el Fondo también deberá “tragarse otro sapo” a fin de año, con el retorno de la “maquinita” y después renegociar el programa ya con el nuevo Gobierno.
Fuente: Jorge Herrera – Ambito Financiero