En nuestro país se confunde la soberanía con los símbolos de la soberanía

Por el Cr. Gustavo Peretti

16-05-2023 – En estos días se está hablando mucho acerca de la dolarización como un hecho que va contra la soberanía nacional. Sin embargo hay que analizar el concepto de soberanía que según la Real Academia Española es el poder político supremo que se ejerce sobre un estado independiente; es decir que el concepto fundamental de soberanía de un estado se conforma de la libertad e independencia que tiene un país en la toma de sus decisiones.

De esa definición se desprende que la Argentina comienza a ser soberana a partir de esos dos hitos políticos que marcaron a nuestra República como fueron el 25 de Mayo de 1810 y el 9 de Julio de 1816.

A partir de ese entonces en donde se conforman las provincias Unidas del Rio de la Plata se comienza a configurar y a delinear el país, que previo aprobar su constitución nacional en 1853 de la mano Juan Bautista Alberdi, se consolida como el país que actualmente conocemos a partir de 1860; comenzando una gran época de expansión económica y poblacional que lo ubicaría entre los diez más ricos del mundo.

La Argentina continuó así hasta la década del 30, a partir de la cual comienzan a ganar protagonismo y a ejercer el poder gobiernos de corte populista, en donde la expansión del gasto social se configura como un hecho de justicia social; más allá de que esto significara que la economía funcionara con déficits fiscales que a partir de entonces se financió con mayor presión tributaria, endeudamiento o emisión monetaria, comenzando con un raid de ministros de economía, planes económicos de estabilización, devaluaciones, cambios de moneda, procesos inflacionarios e hiperinflacionarios, que desembocaron en muchas crisis económicas, una de las cuales estamos transitando en el presente.

En toda esta síntesis histórica podemos ver que de todas esas crisis quien más sufrió fue la propia población, y que en definitiva la soberanía del país no la marcan su himno, su bandera, su escarapela o su moneda, sino el bienestar de sus habitantes. Dicho de otra forma un país soberano puede tener bandera, escarapela, himno y moneda, pero un país que tiene todo estos elementos no necesariamente es soberano, si le faltan la libertad y la independencia que el bienestar económico le dan en la toma de sus decisiones, y sobre todo si no le puede ofrecer a su población bienestar y un buen futuro con trabajo y crecimiento.

Como conclusión podemos decir que esta discusión de soberanía deviene en abstracta si la gente que viven en ese país no la pasa bien. Es decir que podemos tener todos los símbolos de soberanía que queramos, pero si no tenemos libertad e independencia en nuestras decisiones económicas nunca seremos soberanos.

Si cambiar la moneda, junto a otras reformas económicas que seguro hacen falta, nos devuelve la estabilidad económica, el reingreso de capitales que están fuera del sistema y con ello la inversión, el crecimiento económico, mayor nivel de empleo y caída de la pobreza, a partir de ese momento seremos realmente soberanos.