No obstante, la producción caería 7,4% hasta las 51 millones de toneladas como consecuencia de una mayor participación de la soja de segunda (que alcanzaría una participación de 33% en el total sembrado), lo cual otorga menores rendimientos que los lotes de primera.
Otro punto que explica la baja en el aporte al PBI es la caída en los precios internacionales conjugada con un aumento en los costos, lo cual produjo un achicamiento en los margenes brutos de los cultivos.
Según la entidad, el precio a cosecha de la soja se redujo 5% de manera interanual, mientras que los costos directos de producción se incrementaron entre 4% y 10%.
Así, los margenes bruto de soja pasaron de entre US$ 250-600 por hectárea para la campaña 2018/19 a US$ 80-340 para la campaña 2019/20.
Fuente: Ambito Financiero