La devaluación que marcó el inicio de la gestión macrista buscó sincerar el valor del dólar respecto de la inflación acumulada durante los años previos. Pero luego de ese impulso inicial, el precio del billete se estancó y dejó de seguir a la evolución de la inflación, que continuó a un ritmo mayor al 2% mensual, sostenida por los aumentos en las tarifas, en el transporte y en el combustible, entre otros. Y hacia adelante, la perspectiva de una entrada sostenida de dólares -vía deuda, blanqueo o inversión- amenaza con seguir profundizando el atraso de la divisa.
Fuente: El Cronista